En nuestra provincia hay ciertos locales que son denominados “históricos” por sus clientes y por sus dueños. Se trata de confiterías, peñas, billares, bares y boliches que forman parte de la vida urbana desde hace décadas. “Panorama Tucumano”, el ciclo televisivo de LA GACETA, visitó algunos de ellos. Con el objetivo de conocer un poco más sobre cada uno de estos lugares, se entrevistó a sus dueños, encargados y clientes.
> El Alto de la Lechuza, la peña folclórica más antigua del país
Por la esquina de 24 de Septiembre y Marco Avellaneda pasaron algunos de los más grandes autores e intérpretes del folclore. Atahualpa Yupanqui, Gustavo “Cuchi” Leguizamón, Los Hermanos Núñez, Los Tucu Tucu y Los Cantores del Alba son sólo algunos de los que se presentaron en la que se conoce como “la peña más antigua del país”: El Alto de la Lechuza. Fundada en 1940 por don Pedro Aredes y doña Mercedes Isabel, la peña siempre perteneció a la familia. Tras el fallecimiento de sus creadores, El Alto de la Lechuza quedó en manos de los hijos del matrimonio, Eugenia “Coca” Aredes y el fallecido Pedro “Amanecido” Aredes.
“Esto era mitad negocio y mitad vivienda. Mi padre era músico y venían todos los músicos de antes -recordó Coca-. Esto data de cuando el ferrocarril circulaba todavía, el Belgrano. Y mi papá trabajaba con la gente que venía del campo, todos cantaban y bailaban”.
“Siempre tenemos disponibles los instrumentos para el que quiera guitarrear en la mesa”, contó Maximiliano Aguirre, quien tiene la concesión del establecimiento desde hace cuatro años y lo lleva adelante junto a su socio, César Palavecino. “El Alto se caracterizó siempre por esa bohemia, esa cosa de la noche. Tratamos de que no se pierda el tema de la guitarreada en la mesa, tocar el bombo y compartir. Es lo que queremos conservar”, explicó Aguirre, quien dijo estar agradecido con la familia Aredes por la oportunidad de manejar la peña. Abierto de lunes a sábado, ofrece espectáculos desde los jueves, aunque todos los días tienen los instrumentos disponibles para que los clientes puedan tocar música en las mesas. “Realmente nos gusta venir, creo que habría que darle más oportunidades a la gente de Tucumán, tenemos grandes músicos”, destacó Jorge Usandivaras, quien junto a Tatiana Barrionuevo relataron que asisten a la peña casi todos los sábados.
“Coca” se emociona cuando cuenta la historia de la peña, declarada de Interés Cultural y Municipal en 2014. A medida que enumeraba la gran cantidad de artistas que se “amanecieron” guitarreando en El Alto, agradecía a todos los intérpretes que, a lo largo de décadas, se esforzaron por mantener vigente al folclore del norte del país.